A diferencia de otros días, me he despertado con un cosquilleo en mi interior, supongo que debido al partido crucial ante Chile. Me termino de peinar y me voy con Dani al autobús. La tensión es evidente, mis compañeros no están hablando y se escucha el respirar de Dani.
Ya me he puesto las botas, rezo un padre nuestro y salgo al campo. Como pensaba esto está lleno a reventar. La verdad es que están pasando los minutos y no está pasando nada, ¡un omento, hay corner a favor! Corro hacia el banderín, pateo el balón y…¡¡¡ David marca!!!
Estoy teniendo varias ocasiones, pero no sé que me pasa que las estoy fallando todas. A ver si me ve Hulk para el pase, ¡pero que hace!, se la acaba de pasar a Alexis y…Gol.
Creo que estamos en el minuto 119, esto debe de acabarse ahora… ¡por pocas nos hemos librado!, Pinilla ha estrellado la pelota en el palo de la portería de Julio. Bueno ya está, vamos a penaltis.
No pasa nada, este es el penalti decisivo y me toca tirarlo a mí. He soñado con este momento mucho antes de que jugara en el Santos. Coloco la pelota, me paro y gol. Le toca a Jara, si falla pasamos a cuartos. La coloca, tira y…¡¡¡a falla!!! No me lo puedo creer, esto lo hemos logrado con la ayuda de Dios.