Capítulo 12, parte 1-Serie Steve Watson

La conspiración

 

¡No me lo podía creer, por fin iba a tener la cura! Sin poder evitarlo, me dirigí a cogerla, pero el científico me dijo:

-¡Espera un momento, Steve! Antes de darte la cura, te voy a dar un arma. Verás llevaba tiempo diseñándola y, creo que te será muy útil-.

De su bolsillo se sacó una especie de pistola, pero a diferencia de otras, esta era muy pequeña y estaba hecha de un material que se parecía al metal.

 

Al cogerla, sentí una sensación muy extraña y le pregunté:

-¿Tiene algo especial?-.

-Si, esta arma se ajusta al que la posee. Lo primero que vas a notar es su cambio de temperatura, ya que se ajusta a la temperatura corporal. A por cierto, aún no te he dado la munición-.

Rápidamente se acerca a una mesa y cogió el frasco pequeño con la cura. Antes de que yo pudiera decir nada, me dijo:

– Como te habrás dado cuenta, el arma que te he dado tiene un orifico, por el cual debes meter este frasco. Las balas que dispares se impregnarán de la cura y podrás curar a los infectados-.

– Entonces, ¿ya no hay que tener cuidado con los infectados?-.

-Seguro que te habrás dado cuenta, de que hay varios tipos de infectados-.

 

De su bolsillo se sacó un papel y me lo mostró:

                                       Infectados

Grado uno: Presentan piel con puntos blancos y son agresivos.

Grado dos: Tienen la piel en carne viva. Por lo general atacan en grupo.

Grado tres: Presentan piel en carne viva. Son rápidos y les gusta la carne humana.

 

 

Entonces el científico me dijo:

-Por desgracia la cura solo funciona con los infectados del grado uno y rara vez con los del dos-.

– Pero… ¿no se sabe cómo ha aparecido este virus?-.

El ambiente se quedó en silencio. El científico se quedo pensativo, hasta que me contestó:

-Creo que…se trata de una conspiración-.

-¿A qué te refieres?-. Dije algo extrañado.

– Lo del colapso económico es algo tan sospechoso… Parece como si algunas personas lo hubieran hecho-.

– Ahora que pienso, algunas personas sabían lo que acabas de decir-. En mi caso pensé en Johan Crown.

 

Por raro que pareciese, todo encajaba. Lo que me decía  el científico tenía lógica. Tanto tiempo detrás de la cura y recién me acababa de dar cuenta, que lo más peligroso no eran los infectados; sino la gente que estaba detrás de todo esto.

 

Continuará…

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