Desenlace de sucesos encadenados
Ya estábamos frente al edificio que nos había señalado el cubo todo el rato. Nos encontrábamos 5 “programados”. Habían matado a una pareja, y… a Lilly en las alcantarillas. Según lo previsto, en el edificio debería estar la máquina que tanto buscábamos.
El plan era sencillo. Teníamos que activar la máquina de “programación”,así todos los “programados” íbamos a ser reales. De esta forma, las personas de nuestra realidad; podrían darse cuenta de todo lo ocurrido. Observarían a los híbridos que se ocultan en apariencias humanas, se darían cuenta… de que uno de los gobernadores más importantes de la realidad que todos conocemos… no es un ser humano al uso.
Black Cat , nos aseguró que al activar dicha máquina, su eterno enemigo vendría a desactivarla; no podía permitirse que se le descubra la identidad. Él lo mataría, y nosotros íbamos a poder ser libres. O por lo menos, fue lo que nos contó. Parecía que tenía sentido el plan.
Todos nos pusimos en círculo, nos deseamos suerte y repasamos lo que teníamos que hacer. Recuerdo que no había una instrucción como tal, pero la idea fundamental la teníamos; llegar a la máquina. Y en ese preciso momento, apareció Black Cat en nuestras mentes . Nos empezó a hablar:
-Chicos, ya están cerca del objetivo. Les voy a explicar como funciona el edificio que tienen delante de sus narices. Tienen especial seguridad para los “programados”; así que no va a ser nada fácil. Ni bien termine esta pequeña charla, me dispondré a “hackear” todas las cámaras de seguridad; así que vayan con prisa. Este lugar, es una mezcla entre un edificio militar y el juzgado. Aquí, se reúnen los máximos cargos de esta realidad para planear actos militares… y ajusticiar a los que no cumplen las leyes. Sus sentencias son muy duras, eviten que les atrapen. Lo último importante, el edificio está lleno de híbridos, repartidos de manera estratégica. Pueden ir por el camino principal, o por vías alternativas. No se preocupen por si les para alguien a ver quienes son, me he encargado de que en los sacos que les dí… haya un carnet con información falsa; no se van a dar cuenta. Traten de llegar a la máquina… sea como sea. ¡El juego empieza ahora!-.
Black Cat dejó de hablar, la misión acababa de empezar. Uno de los “programados” hizo una seña para que entremos, y le hicimos caso. Acabábamos de pasar el umbral de una puerta enorme, esta daba a un gran salón principal. El suelo de este, era de mármol y contaba con numerosas esculturas de lo que parecía dragones, hechas con piedras negras.
El salón era amplio, y contaba con un enorme pasillo con muchos ascensores. Como nos habían recordado, seguro que ese era el camino principal para llegar a la máquina. Había muchas personas que llevaban maletines, iban de aquí para allá; se notaba que la gente estaba ocupada.
Rápidamente volvimos a hacer un círculo, nos dividimos en una pareja y un grupo de tres personas. A mí, me tocó con un chico llamado Bill. Por suerte, decidimos ir por el camino alternativo, a diferencia de nuestros compañeros. Cada uno, sacó su cubo y empezamos a mirar el mapa que teníamos delante.
El grupo de tres personas se fueron de manera muy veloz hacia los ascensores, Bill y yo permanecimos en la entrada. Empezamos a investigar un camino alternativo, hasta que Bill dio con la clave. ¡Podíamos ir por el conducto de ventilación! Había que llegar hasta los baños, por suerte no estaban tan lejos.
Pocas veces he estado tan nervioso, pero el camino hacia el servicio se me hizo eterno. Obviamente evitamos estar cerca de alguien, ya que podían ser híbridos. Recuerdo que mi corazón me latía muy fuerte, mi cabeza me empezaba a doler; tanto que me desmayé. Ahora mismo no me acuerdo que pasó en ese tramo, sólo se… que al despertarme me encontraba en una jaula. Sí, me hallaba en una jaula de metal; en lo que parecía ser un juzgado. Aquella sensación de miedo que tuve, aún me la tengo en las noches.
Estaba ahí, en un juzgado, siendo observado por toda clase de seres que no conocía. Mis manos me sudaban, quería morirme ahí mismo. Pude levantar la cabeza, y vi lo que tenía delante de mí. Era un señor de negro, con el sombrero negro. Se dio cuenta de que estaba confundido, así que empezó a hablar delante de toda los seres que se encontraban en ese momento:
-Aquí tenemos a un “programado”, por lo visto se intentaba colar en las seguridades de este complejo recinto. Pero creo… que es inocente. Me parece que no sabía lo que estaba haciendo-.
Sentí una gota fría que me pasaba por la garganta.
Se hizo un silencio en la sala, hubo un ruido… y apareció Bill en otra jaula. Pero para mi sorpresa, estaba calmado. Muy calmado pensé yo. El hombre observó mi reacción, y prosiguió:
-Han sido víctimas de un engaño. Por la información que hemos recaudado gracias a su compañero, se les ha encomendado usar la máquina. Sí señores, la máquina más importante que está en este recinto. La máquina… que convertiría a todos los programados en híbridos. Cambiarles a su gusto-.
Recuerdo que un miedo terrible me entró en el cuerpo, no podía creer lo que estaba escuchando. Involuntariamente pegué un grito.
Bill me miró, el señor espero un momento.. y continuó:
-
Por suerte he detenido a todos sus compañeros, ya nadie podrá llevar a cabo el plan. Han sido víctimas de un secuestro, y no por parte de cualquiera. Han dado a parar con “Black Cat”, el híbrido más peligroso de esta realidad. ¿O porqué se creen que lleva siempre una máscara? No supo admitir su destino, no quiso servir al gobierno más… Sólo le interesan los híbridos, les estaba usando como meras marionetas. Quería formar un ejército, quería vengarse… Les había colocado chips por toda la cabeza, dentro de la piel. ¿Cómo se creían que podía hablar con ustedes, y ver lo que estaban observando? Por suerte ya se los he quitado, ahora ya están a salvo-.
Las piernas me temblaban, no me podía creer lo que me había sucedido. No lo pude aguantar más, caí desplomado en la jaula. Me había vuelto a desmayar.