Hace unos meses, el mundo de los gamers alucinó con el dispositivo de realidad virtual que Sony presentó en la «Paris Games Week». No hay que engañarnos, se veía espectacular. Obviamente, para la prensa no pasó desapercibido, y se hicieron varios análisis al respecto.
Por decirlo de alguna forma, es de lo que más se acerca al futuro que tanto hemos visto en las películas. ¿Qué jugador no ha soñado con entrar en algún momento al universo del videojuego que está jugando?
Todo iba muy bien, pero se desconocía algo… el precio. El público evitaba este tema, puesto que tan buena tecnología, se sospechaba que no iba a ser del todo barata. Hace unos días, se dieron las cifras oficiales.
No te asustes, pero… ¡cuesta más que la propia consola! Y no, no es broma. Por lo que he podido averiguar, una PS4 en Europa está en torno a 400 euros, y este dispositivo se está vendiendo por medio de reservas en torno a los 450 euros.
Los de la compañía nipona han tranquilizado al público diciendo que no está solo centrado a la experiencia gamer, sino que se puede usar también para visualizar series mediante plataformas como Netflix.
¿El precio va a ser un gran problema para los consumidores? Para el gran público sí, pero como siempre hay una minoría bastante pudiente. Basta con ver que hay sitios web en los que han «volado» las reservas. Para concluir el post, me remito al título: PlayStation Vr, ¿un lujo para pocos?