Parece que los dos colosos se van a juntar, que las peores pesadillas de muchas personas se van a hacer realidad. «Mon- Satán» o «Mutanto», como le llaman sus detractores; ha recibido una oferta de compra por parte de otra gigante del sector químico: la alemana Bayer. Como lo he dicho con anterioridad en el título, el futuro de los alimentos está en juego.
La situación en varias partes del mundo es desoladora. Las plantas silvestres han sido arrasadas por herbicidas con el glisofato como principio activo. Detrás de esto, está la alemana Bayer. Pero es que, no sólo participa la empresa alemana en estos procesos. Sino que, Monsanto forma parte de un proceso que nos hace recordar a una especie de simbiosis bastante macabra.
El invento funciona de la siguiente manera: se fumiga con los herbicidas alemanes, y lo único que sobrevive, es la soja o el maíz manipulado en su ADN para aguantar las «acometidas» químicas. Ahí es dónde aparece en escena Monsanto, ya que es la empresa líder en ingeniería genética de semillas. ¿Un buen negocio, no? Imagina si se uniesen.
La soja de Monsanto, es conocida como «el oro verde», ya que ha hecho ricos a varios agricultores.El poder de Monsanto en América es sencillamente increíble; basta con decir que cuentan con 3500 km de campos de soja cerca de Argentina.La evolución del ser humano es increíble, de cazadores y recolectores a agricultores, y luego, de a agricultores a gestores de biotecnología.
La unión de estos gigantes, sería el dominio total sobre el mundo. Bayer, empresa líder en el sector químico y farmacéutico; y Monsanto, líder en la producción de semillas modificadas genéticamente; son dos empresas que se complementarían a la perfección. ¿Hay mayor poder, que controlar los alimentos y las enfermedades?
Y es que, las dos compañías han sido fuertemente criticadas en algún momento. Véase la alemana Bayer, los inventores del Zyklon B, y que decir… de Monsanto. Aún se esperan varias grandes promesas: ¿dónde están las plantas que se adaptaban al cambio climático? ¿Cómo se suponía que iban a contribuir a erradicar el hambre del mundo?
Para ver de que pie «cojea» Monsanto, basta con saber cómo termina su visita guiada a sus instalaciones. Las personas participantes, reciben una bolsa en la que se ve a una abeja y a una mariposa. «Gracias por ayudar un hábitat para la monarca», dice la bolsa. En su interior, se encuentran flores y hierbas silvestres. Las malas hierbas, sí las distribuyen gratis.