Cinta 5, cara A

«Tengo una pregunta para ti Justin. No la que crees tú, todavía no. ¿Qué es lo mejor del instituto, ¿los buenos amigos que haces?, ¿los amores? No. Los dos sabemos que lo mejor son las vacaciones. Es el gran botón de reinicio. Y después de lo que me pasó a mi, me moría por empezar de nuevo, por romper las páginas de mi diario, y olvidarlo todo. Aunque no llegué muy lejos. En el trabajo, mi compañero habitual pasaba el verano con sus abuelos. Su sustituto era amable, pero demasiado corriente. Y yo no podía escapar de mi pasado. Necesitaba un cambio, ser alguien nuevo. ¿Te has sentido alguna vez así? No iba a ser invisible otra vez. Iba a ser más fuerte. No puedes cambiar a los demás, pero puedes cambiarte a ti mismo».

9

Clay se baña, se viste y coge la mochila lo más rápido que puede. La noche anterior ha estado escuchando las cintas, y a poco no es capaz de levantarse para ir al instituto. Tiene mucho sueño. Lo que ha escuchado le aterra, le preocupa mucho Jess, y esta vez, debe saber si Hannah mintió o no.

clay-joue-par-dylan-minnette
Clay Jensen

 

Al  llegar al colegio, Clay deambula por los pasillos en busca de Jessica. Necesita encontrarla. Pasan los minutos, y tras un cuarto de hora, logra dar con ella.

-Oye Jessica, escuché la cinta de tu fiesta-.

-¿Aún no lo sabes? Esas cintas son mentira-. Responde tajante.

-Yo no lo creo-.

-Son mentira, pasa página Clay-.

-No-. Clay se queda mirando serio a Jess.

-De acuerdo, ven aquí-. Jess le hace una seña para que le siga, y entran en una clase desocupada.

-¿Ella hablaba de ti verdad? La chica de la cinta, ¡eres tú! Si es así, solo quiero ayudarte. Tenemos que decírselo a alguien-.

-En mi fiesta solo me besé con Justin, mi novio. No pasó nada más-.

-¿Te dijo eso Justin, o te acuerdas?-.

-¡Déjame en paz!-.

-Jensen, no puedes dejarlo estar, ¿no?-. Interviene Justin que acaba de entrar en el aula.

-¿Quién fue Justin?-. Pregunta desafiante Clay. -¿Quién lo hizo?-.

-¿Qué cosa?-. Justin le fulmina con la mirada, y se va de la estancia con Jess.

Clay está realmente preocupado por Jess, un asunto tan grave no se puede dejar estar. Le gustaría pensar sobre las cintas horas y horas, pero debe volver a clases.

Al cruzar el umbral de la puerta del aula de comunicación, se sienta en  silencio y se pone a observar a sus compañeros con atención. En eso, ve a una chica poniendo un chicle debajo de una mesa. Eso le transporta al pasado, cuando trabajaba con Hannah en el cine.

Clay está arrodillado, sacando los chicles que hay en las mesas de la entrada del cine.

-Siento llegar tarde, se me había olvidado que hoy es el día de quitar los chicles-. Dice Hannah que acaba de aparecer. -Me habrás dejado alguno-. Agrega riéndose.

-El que duerme pierde-. Le contesta Clay con una sonrisa.

-¿Qué? ¿En serio?-.

-No, te he dejado uno ahí-. Clay le señala una silla que está próxima a ella. -Oye…-. Clay se queda mirándole el pelo, se ha cambiado el peinado.

-¿Mi pelo verdad?-. Pregunta Hannah. Clay sonríe.

-¿Vas a la fiesta de esta noche en casa de Jess?-.

-¿Desde cuando vas a fiestas?-. Le pregunta Hannah sorprendida.

-Desde que mi amigo Jeff me dijo que fuese. Esta fiesta puede ser tu mejor momento del instituto-.

-Lo dudo, ir a fiestas no es parte de mi nueva vida-.

-¡Qué locura! Justo el año que decido hacer el vago-.

-¿Y que más vas a hacer? ¿Vas a montar la bici sin casco? ¿Vas a entregar trabajos tarde?-. Hannah ríe.

-Sí. Bueno, quizás no. Pero igual deje algún trabajo a medias-.

-¡Cuidado!-. Exclama irónica Hannah.

-Deberíamos ir-. Le dice Clay.

-No me incites-.

-Te vigilaré. Máximo una cerveza y a las doce en casa-.

-Aún así no creo que vaya-.

Llega la hora de comer, y nuestro protagonista va a buscar una mesa en la cafetería. Sin embargo, Marcus lo interrumpe:

-¡Hey Clay! ¿Qué ocurre?-.

-¿Qué quieres?-. Le pregunta desconfiado.

-¿Has hablado con Tony?-.

-Sí-. Responde.

-¿Y volverás con tu particular venganza?-.

-Más que nunca-. Responde serio Clay.

-Me preocupas, no quiero que te hagas daño-.

-Seguro que no-.

-¿A qué juegas?-. Le pregunta Marcus desconfiado.

-¿A qué juego? Le tiraron piedras a la ventana de Tyler, pero… ¿qué hicieron por Jess? Alguien cometió un crimen, y está paseando por aquí-. Clay le mira atentamente.

-Silencio-. Le dice Marcus tajante.

-Quizás Jess se convenció de que no pasó nada aquella noche. Si no ha hecho nada ella, lo haré yo-.

-Nadie sabe si las cintas dicen la verdad-. Expresa Marcus desesperado.

-Empezaré con el instituto-.

-No lo hagas, ni siquiera has escuchado tu maldita cinta-. Clay aparta de un manotazo a Marcus y se va a una mesa.

Clay en ningún momento pensó en las consecuencias de su pequeña charla con Marcus. Horas más tardes, se encuentra en el despacho del señor Porter. Le han encontrado droga en la mochila, y eso significa una breve expulsión. Él sabe que la droga no es suya, pero no se explica como llegó hasta su mochila. Las dudas le asaltan, mientras mira fijamente al consejero escolar.

-Es una expulsión de 5 días Clay-. Dice despacio el señor Porter.

-No es mía, alguien me metió la droga-.

-¿Alguna idea de quién fue?-.

-¿Quién dijo que me revisase mi mochila? Empiece por ahí-. Él sabe que ha sido Marcus.

-Tus compañeros están preocupados, y nosotros también-.

-¿Preocupados por mi?-. Pregunta extrañado.

-Han sido dos semanas difíciles, y después de tu charla con los alumnos de intercambio…-.

-Vuelvo a decir, ¡la droga no es mía!-. Clay empieza a perder la paciencia.

-Debido a tu comportamiento ejemplar, solo se te expulsará tres días. Siempre que acudas al programa contra la droga de la comisaría-. Clay está sorprendido. -Tu madre vendrá a recogerte, espera fuera-. Clay se levanta, y sale sin decir nada.

Al cabo de 15 minutos llega su mamá. Le hace una seña para que le siga, y los dos se van dirigiendo al aparcamiento.

-Mamá, estás enfadada conmigo y con razón-. Dice Clay en voz baja.

-No, estoy perdida. No te entiendo-.

-¿Mamá, me llevas a la comisaría para apuntarme a ese programa? Quiero reducir los días de mi expulsión-.

-Sube-. Contesta su madre tan pronto como entra al auto.

Pasan los minutos en silencio, hasta que llegan los dos a la comisaría. Se bajan en el aparcamiento. Clay va yendo a la comisaría, pero se detiene en seco y voltea hacia su madre.

-Tengo una pregunta legal. Como una hipótesis-.

-¿En serio?-.Su madre está muy confundida.

-Si alguien hace algo ilegal y la víctima no denuncia…-.

-¿Ilegal?-.

-Digamos que el único testigo no está. Se ha mudado o algo así-.

-Parece un caso difícil. Si no hay víctimas ni testigos…-.

-Es casi imposible presentar cargos-. Concluye Clay. Su madre asiente.

-¿Qué esta pasando?-.

-Nada, vámonos-.

-¿Y qué hay de la comisaría?-. Clay se queda callado. -No puedes ignorarme, soy tu madre-.

-Bien, mentí. Conocí a Hannah Baker. Trabajé con ella en el cine. Íbamos a clase juntos. Era mi amiga, y la hecho de menos-. Clay está apunto de llorar.

-Hijo…-.

-Ha desaparecido y no puedo hacer nada. No puedo salvarla, ni traerla devuelta. ¡Qué inútil soy!-.

-No digas eso, Hannah tuvo la suerte de tenerte como amigo-.

-No creo-. Responde tajante.

-A todo esto, ¿lo que me has preguntado tiene ver con Hannah?-.

–No, en realidad no-.

-Clay, aunque no se pueda tomar medidas legales contra el delito, no tiene porque estar en secreto-.

-De acuerdo-. Clay asiente, y se le viene una idea genial a la mente. -Nos vemos luego-.

-¿Qué? ¿A dónde vas?-. Pregunta su madre desesperada, pero ya es muy tarde. Clay ha echado a correr en dirección a la ciudad.

Al cabo de una hora, está en la casa de Justin. Toca la puerta con insistencia, hasta que le abren la puerta. Justin lo mira con cara de asombro.

-¿Qué demonios haces aquí Jensen?-.

-No podemos intervenir Justin. Se que fue Bryce. Él violó a Jessica-.

-¡Demonios! Entra-. Justin le hace un ademán para que pase.

-Para proteger a tu amigo, le dijiste a Jess que Hannah se lo inventó. Escuché la cinta de la fiesta ayer-.

-¿Ah, sí? Es mi palabra contra la de Hannah-. Le espeta Justin.

-Exacto, la única testigo está muerta. Bryce se librará. Deja de protegerlo, ha hecho algo ilegal-. Sentencia Clay.

-¿Has hablado con alguien del tema?-.

-¿Me escuchas? No puedo ir a la policía-. Dice desesperado.

-¿Qué quieres de mi?-.

-Dile a Jessica la verdad de lo que pasó-.

-Ella lo sabe-.

-Me repite lo que me acabas de decir. He contactado hace unos minutos con ella, y quiero que sepas que está hecha polvo-.

-Está bien-.

-Jess merece saber la verdad-.

-No pasó como dice Hannah-. Insiste Justin, aunque se le ve algo afectado.

-Lo que dices es mentira y lo sabes-. Le responde.

-Nos acostamos y ya, no pasó nada más, ¿de acuerdo?-.

-Debe saber lo que ocurrió. Podrán Marcus y tú meterme droga en la mochila, hacer que me expulsen, pero todos sabrán lo que le pasó a Jess-.

-Nadie lo sabe-.

-¿Por qué proteges a Bryce?-. Pregunta enfadado.

-No protejo a Bryce idiota, ¡protejo a Jess! Me importa más que nadie-. Clay le está sacando de sus casillas. -¡Vete!-.

-Quiero mi bicicleta Justin-.

-¿En serio?-. Pregunta Justin sorprendido.

-Claro que sí, imbécil-.

-Está detrás del edificio-. Clay sale de la casa dando un portazo.

Antes de irse a su casa, debe hablar con alguien del asunto. Es por ello, que al cabo de una hora, se encuentra en el taller de autos de Tony.

-¡Tony! He hablado con Justin de Jess-.

-Bien…-.

-¿Cómo pudiste escuchar eso e ignorarlo?-.

-Nadie lo ignoró-.

-¿Por qué no hacen nada contra Bryce? Jess fue violada-.

-¡Cálmate!-.

-¡Que te jodan Tony! ¡Que les jodan a todos!-. Clay aparta de su camino a Tony con violencia, y patea su bicicleta.

Después de unos cuantos golpes, cae dolorido al suelo del taller. Necesitaba calmarse de alguna forma. Tony se sienta al lado suya.

-Digamos que intentamos hacer justicia. Es la palabra de Bryce contra la de una muerta-.

-¿Y si alguien cuenta la verdad de los hechos?-.

-¿Hacemos un trato? Escucha las 4 cintas restantes y haremos lo que se haya que hacer-.

-¿Me ayudarás?-.

-Siempre-. Responde Tony.

Clay saca de su mochila el walkman, y se pone a escuchar la siguiente cinta. Tony le mira con atención. Debe saber como terminó la historia de Hannah, está cerca. ¿Aparecerá Bryce otra vez?

 

 

 

 

Justin Foley

justin
Justin

«En parte sabía que no debía ir a casa de Jessica aquella noche. No debía ir a esa fiesta.  Pero no me dejaba de preguntarme el por qué. Quizás podría perder la ocasión de estar con alguien. Aquí estoy , una nueva yo, viviendo como siempre. Pensé que empezar de nuevo no significaba desconectarme totalmente. Tal vez me había topado con las personas equivocadas. Pero si hubiese sabido lo que iba a pasar, no hubiera cruzado aquella puerta. Pero las fiestas son raras, puede pasar de todo».

Hannah acude a la fiesta de Jess. Abre la puerta, y es recibida entre vítores. Su nuevo look ha causado furor entre sus compañeros, sin lugar a dudas. Se siente bien, cree por un momento que ha cambiado, que ha dejado el pasado atrás.

«Tal vez encaje después de todo, pensé. Pero la gente no cambia. Nunca cambia. Bienvenido a tu segunda cinta Justin Foley».

Clay también está en la fiesta. A lo lejos ve a Hannah, y se acerca a ella rápidamente. Lleva dos cervezas; una para él, y la otra para su amiga.

-¡Salud!-. Dice Clay al momento de entregarle la cerveza a Hannah. Los dos chocan sus vasos rojos.

-¡Vamos a divertirnos! Estás muy guapo Clay, por cierto-. Dice Hannah con una sonrisa.

-Gracias… es lo primero que encontré-. Dice titubeando Clay.

-¿Bebemos algo más fuerte?-. Pregunta Hannah.

-Sí, claro-. Los dos amigos se van a la cocina.

«Hay tres historias que contar esa noche. Contaré esta primero. ¿Cómo acabé en la habitación? Eso es para otra cinta. Pero a lo que voy Justin, en la fiesta habías estado con la misma chica. No voy a llamarla por su nombre, pero ya sabes quién es. Me di cuenta de dos cosas: tú estabas borracho, y la chica también. Imaginé que te rendirías y la dejarías en paz. Al menos, imaginé que lo harías. Ya sé lo que piensas, tal vez si esta chica no hubiera estado borracha… Pero todos estábamos borrachos, era una fiesta».

Han pasado varias horas desde que empezó la fiesta, y por una extraña razón, Hannah se encuentra escondida dentro de uno de los armarios de las habitaciones de la casa. Desea salir de allí, pero desgraciadamente no está sola en la estancia. Puede ver todo lo que ocurre por las rendijas de la puerta.

En la cama que tiene a pocos metros suya, se están besando Jessica y Justin. Por la actitud de Jess, definitivamente está borracha. Para su sorpresa, Justin abandona la habitación, y encuentra la oportunidad perfecta para salir del armario.

Abre la puerta con delicadeza, y poco a poco se va acercando a la puerta. Sin embargo, no la abre. Justin está hablando con alguien.

-Estás aquí-. Dice una voz masculina. Ella la conoce, pero no cae en cuenta quién es.

-Sí,  estoy bien-. Responde Justin.

-¿Hay alguien dentro?-. Hannah se sorprende; es Bryce.

-Estoy con Jessica-.

-¿Está ahí dentro?-.

-No… sí, si está-. Responde Justin con voz temblorosa.

Se escucha pasos que vienen a la habitación, y Hannah se ve obligada a volver al armario. Ve entre las rendijas de la puerta la persona que entra, pero algo le desconcierta: no es Justin. ¡Es Bryce!

«Tenía que hacer algo, tenía que pararle. Pero me quedé inmóvil, todo estaba muy oscuro. Pero le vi, y escuché su voz, y vi lo que hizo. Pero esta cinta no tiene que ver con él, sino contigo y conmigo Justin. Le llamabas amigo a él, pero tu novia te necesitaba».

Bryce se aproxima poco a poco a donde está Jess, se baja los pantalones y se dirige a Jess. Hannah ve movimiento en la oscuridad, escucha crujir la cama. Bryce acaba de violar a su antigua amiga.

«Esta chica tuvo dos posibilidades de salvarse esa noche, pero los dos le fallamos. ¿Cómo vivo con eso? ¿Y tú Justin? ¿Además, cómo vive ella con lo que le pasó?».

Novena razón.

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s