Estas últimas semanas han estado marcadas por uno de los eventos que más esperaban los seriéfilos alrededor del mundo: el estreno de la segunda temporada de 13 Reasons Why, la serie que rompió todos los moldes el año pasado, y que se convirtió en un éxito entre los usuarios de Netflix; la historia de Hannah Baker trascendió entre los espectadores.
Este año, se presentaba la segunda parte. Ya sin cintas como elemento principal del desarrollo de la trama; pero con unas polaroids como elemento sustituto. Fotos en vez de cintas, esa la propuesta con la que pretendían reanudar lo vivido en la season 1.
Si bien la primera parte se centraba en los 13 motivos que llevaron a Hannah a suicidarse, esta segunda temporada no podía brindar lo mismo, y en cierta manera, esto causó un enorme hype entre las masas.
*Hype: Expectación o interés sobre un juego, generalmente uno que no ha sido publicado. También aplicado el término a series o películas.
Unos pocos días antes del lanzamiento, se nos mostró un trailer por parte de Netflix. Por mi parte, me ilusioné bastante, pensé que iban a superar lo que vimos el año pasado.
Ahora sí, sin mas dilación, ¿era necesaria una segunda temporada? ¿Cumplió con las expectativas generadas?
Humilde veredicto del autor
La segunda temporada es distinta, muy distinta a su predecesora. No es una segunda temporada al uso, es mas bien una extensión de la primera. Dicho así, suena un poco confuso, pero procederé a explicarlo.
En la temporada 1, la trama giraba en torno a las 13 grabaciones que había hecho la difunta Hannah, en torno a 13 personas distintas, todas ellas – menos una- responsables de su muerte. La temporada acabó de la mejor manera: todos los involucrados fueron llamados a dar declaraciones a la justicia.
La segunda temporada, es más bien una continuación inmediata de lo que vimos anteriormente. La segunda temporada nos sitúa en la misma ciudad, unos meses después, justo cuando empiezan los juicios que implican a cada uno de los personajes.
La trama ser va desarrollando en torno a los juicios, y también, en torno a la repercusión que tienen las declaraciones de los acusados en el insituto Liberty; haciendo crecer por momentos las tensiones sociales.
En cada uno de los jucios podremos saber más detalles acerca de lo relatado en las cintas de Hannah; siendo en algunos casos, muy sorprendentes. ¿Me refiero al juicio de Zach? Puede ser 🙂
¿El lado positivo? Un desarrollo más amplio de los personajes que vimos en la temporada 1, mostrando por todo lo que habían pasado durante la estancia de Hannah en el insituto; y su relación al completo con la difunta. Además de la inclusión de nuevos personajes como Cyrus, que bajo mi opinión, ha sido de lo mejor de esta segunda parte; y una banda sonora brutal.
Sin embargo, no todas son cosas buenas en la secuela de la obra creada por Jay Asher. Por momentos, los capítulos se nos pueden hacer demasiado largos -con detalles innecesarios-, debido a una espontánea pérdida de ritmo. Y como olvidar la grotesca escena del útlimo episodio; quizás necesaria, pero demasiada gráfica, y no apta para muchos espectadores.
En conclusión, es una buena temporada; pero se limita a eso, a ser una buena temporada. No ha resultado ser tan brillante como la anterior, pero sí que ha aclarado muchos asuntos. Veremos si su tercera parte nos ofrece algo mejor. Sí, esta ya ha sido anunciada: ¡para 2019!