*Pequeños párrafos sobre el tiempo. Texto escrito en el punto más álgido de la pandemia.
Tic, tac, son las ocho, hora de levantarse. Tic, tac, son las dos, hora de comer. Tic, tac, son las nueve, hora de cenar. Lo que se ha escrito, es mi patrón; bueno, el patrón de mi vida actual, de mi estilo de vida. Seguro que tú tienes el tuyo también.
Un día, si, otro día también. Ni una sola variación en el sistemático modelo en el que nos encontramos. Ni un solo acontecimiento que se salga de lo común, para hacernos salir de esta especie de letargo.
¿Sabes qué? No creo que entre soñar y esto exista mucha diferencia. Al fin y al cabo, el tiempo parece plano, como si no hubiese transcurrido. ¿Y si todo esto fuese un sueño? Un mal sueño que todos tenemos de vez en cuando. Siendo sincero, ojalá.
Pero hay algo que me tranquiliza. Es el tiempo. El único capaz de erradicar todo a su paso. Un día más es un día menos, o eso dicen. Me quiero aferrar a esa idea. ¿Y sabes qué? Si lees esto, es porque todo acabó. Así que, ¡felicidades! Sí, ¡felicidades! A partir de ahora, dedícate a valorarte, y de ser consiente de lo único que eres, y a aprovechar el momento, claro. Otra vez, ¡felicidades!
Aexei 