Tenía pensado no publicar nada más hoy, pero un evento así merece algo de atención. Una gran carta de presentación para esta sección. Muchos son los eventos deportivos, pero pocos han levantado tanto revuelo como este. De hecho, sin haber ocurrido; todo el mundo ya está hablando de él.
Se trata ni más ni menos, de la lucha por el trono mundial de los pesos pesados. Con menos kilos de lo normal por participante, en lo que se refiere a los choques de este calibre; se compensará con los «kilos» que tienen cada uno en sus cajas fuertes y los «kilos» que va a producir en las televisiones.
Muchos dan de favorito a Mayweather, ya sea porque es un campeón por instinto, que sabe adaptare a sus adversarios; algo que causa mucha expectación. Si bien supera físicamente a Pacquiao, el filipino es de los que ponen toda la carne al asador, si es necesario.
Sin embargo, los datos favorecen a Mayweather. Nunca ha perdido una pelea por KO, algo que habla muy bien sobre él. Pero delante de él estará el filipino, uno de los golpeadores más rápidos del boxeo moderno. Verdaderamente un reto con mayúsculas.
Cómo muchos no saben, se rumorea que el límite de golpes está en los 1000. Algo que «Pacman» ya ha superado en varias ocasiones, de hecho llegó a superar los 1200 contra el sudafricano Clottey. Y es que Pacquiao ha prometido esta cifra a sus fans. Más si cabe que desde su entorno se ha filtrado que ha estado entrenando en nuevas y más precisas combinaciones.
La pregunta que muchos nos hacemos, ¿qué es lo más importante? Apartando por un momento los temas deportivos, económicamente se juegan la friolera de unos 250-300 millones de dólares. ¿Casi nada verdad? ya por no hablar el dinero recaudado en las entradas, 74 millones por 1680 butacas.
Si bien en muchos países un deporte como el boxeo está más bien en la sombra, a la hora de poner las cifras sobre la mesa; nos impresionan bastante. Sean fans de este deporte o no, he de decirles que estamos posiblemente; ante la pelea del siglo.