Ayer tuvo lugar uno de los partidos más importantes del año, una lucha entre dos colosos del fútbol mundial. Y claro, no me la iba a perder. El Real madrid de Cristiano, James, Bale y compañía, contra el Barcelona de Neymar, Suarez, Iniesta, Messi…
Si algo no estábamos habituados en un enfrentamiento de tales magnitudes, era la presencia de la «pulga» en el banquillo. Cuanto menos llamativo. Unos problemas físicos, le apartaron al rosarino de la alineación inicial.
Había alegría por parte de los hinchas del Real Madrid, la ausencia de Leo Messi, y el factor de jugar en su estadio, les hacía esperar un partido cómodo. No se contemplaba una derrota abultada, ni mucho menos.
El principio del partido fue bastante incierto. El Real Madrid no jugaba a nada, y el Barcelona acumulaba grandes poseciones, pero sin acercarse al arco que defiende Keylor Navas.
Pasaron los minutos, y tras una serie de pases por toda la cancha, Sergi Roberto hizo un pase mágico al uruguayo Suarez. No perdonó. 0-1. El Bernabéu, hizo silencio.
Transcurría el tiempo, y el Real Madrid seguía sin saber cómo jugar. Aún seguían pensando en el gol de Suarez. ¿Culpa del entrenador? Posiblemente. Y cuando pensábamos que no iba a pasar nada, aparece Iniesta y deja sólo a Neymar contra el arquero. 0-2. Comenzaron los abucheos.
El rostro abatido de Cristiano lo decía todo, ¡no sabían a qué jugaban! Y así empezó la segunda parte, más dominio de los catalanes y se hizo la magia. Iniesta hace unos pases con Neymar, el brasileño le deja la pelota en bandeja, y el capitán fusila el arco. Golazo. 0-3. Los fantasmas del 0-5 y 2-6 empezaban a aparecer.
Y entonces entra Messi al campo, ¡el que faltaba! Pudo marcar, pero perdonó. Pero tranquilos, no hay problema; para eso esta Suarez. Doble finta delante de Keylor, y el 0-4. Increíble.
Pudo «caer» el quinto, pero Munir perdonó. Gran paliza del Barcelona, que demuestra que Benitez no es un entrenador para equipos grandes. Sólo hace falta ver sus resultados como entrenador en los últimos años. Haciendo que sus equipos sean muy poco serios en defensa. Dicho esto, puedo decir: «Iniesta de mi vida».
Aexei 