Ayer y antes de ayer, ha tenido lugar uno de los eventos relacionados al mundo del ajedrez -e incluso respecto al mundo del deporte en general- más espectaculares e interesantes de todo el año. Debido a los caprichos del magnate Rex Sinquefield, el trío formado por Wesley So, Fabiano Caruana e Hikaru Kakamura ( 10, 3 y 6 del mundo) , se veían las caras en un torneo de partidas relámpago, con una leyenda del ajedrez: el ogro de Bakú, Garry Kasparov.
Un torneo cuadrangular de muchísimo nivel, y con el gran incentivo de volver a ver a uno de los mejores, o sino el mejor, ajedrecista de todos los tiempos. Tras casi 11 años de inactividad en torneos, Garry se iba a remangar la camisa de nuevo e iba a tratar de poner en apuros a la élite mundial actual. Esta, era la impresionante carta de presentación de este torneo celebrado en San Luis.
Obviamente, la noticia corrió como la pólvora, y entre los días jueves y viernes de esta semana, la expectación ha sido máxima. Cosa que lógicamente ocurrió también con el servidor. La partida que abrió la primera ronda, fue entre Kasparov y el exfilipino Wesley So. Sin duda, un rival idóneo para poder hacernos la idea de la fuerza del excampeón mundial.
¿Qué ocurrió? No estoy exagerando, si creo que es una de las veces que mas me he impresionado viendo un torneo. La respuesta es corta y sencilla: arrasó. Y claro, la noticia se disparó en Twitter cual bala de un habilidoso vaquero de las mejores películas de Western; haciendo que infinidad de comentarios y memes se materialicen en la red social del pájaro azul.
Y no crean que sólo tuvo suerte el veterano genio en su primer envite, ¡pregúntenle a Fabiano Caruana y a Nakamura! Garry brilló, y jugó partidas extraordinarias, dejando por momentos… en ridículo a sus rivales. Su agresividad fue plasmada en varias partidas contra Fabiano, dejándonos en la última ronda una auténtica exhibición.
Pero no todo fueron excelentes victorias, ya que debido a varios apuros de tiempo (¿la edad?) , se le escaparon varias partidas, a la par que el torneo. Salvo una partida con So, Kasparov estuvo mejor en el resto de encuentro. Y hay que tener en cuenta, que en varias partidas, terminó tratando como jugadores aficionados a gente que ronda los 2800 puntos de elo, ¡qué escándalo!
Sinceramente, hay que ir tiempo atrás para acordarse algo tan espectacular en el mundo de las 64 casillas. Además, la magnífica actuación de Garry, deja una pregunta en el aire: Si siguiera entrenando, ¿cuántos grandes maestros además de Magnus Carlsen serían capaces de mantenerse por delante? El ogro de Bakú, ha vuelto a rugir.